Relato Halloween (1)

Berta
Published on November 27, 2014

na noche inolvidable Era una noche como otra cualquiera, estábamos reunidos en el sótano de Ana, los padres habían salido de la ciudad durante unos días por un viaje de negocios, así que nos quedábamos a dormir. Nos hallábamos cenando pizza mientras hablábamos Ale, Sara, Juan y yo. Cuando terminamos de tomar la pizza, nos pusimos a hablar de temas sin importancia, hasta que Juan propuso contar historias de miedo, todos aceptamos sin pensarlo excepto Sara, que era muy miedica, pero finalmente acabó aceptando con la condición de que dejáramos la luz de una lamparita encendida. Todos sabíamos lo asustona que era, así que días antes planeamos una suculenta broma para dejarla helada de miedo. Juan empezó leyendo una historia que había preparado para la broma, pero hizo creer a Sara que la encontró por internet en ese mismo momento. Tuvo que pararse en varias ocasiones debido a que el hámster de Ana hacia mucho ruido y no se le escuchaba, hasta que finalmente Ana lo llevó a otra parte del sótano. La historia trataba de 5 chicos que estaban solos en una casa divirtiéndose hasta que las luces empiezan a parpadear sin motivo, y finalmente se va la luz, cuando vuelve uno de ellos ya no está, y así van desapareciendo uno a uno. Cuando Juan terminó de leer la historia, Sara estaba temblando, pobrecilla no sabe lo que le espera, pensé en mi mente. Ana trató de relajar a Sara y finalmente logró tranquilizarla. Varios minutos después la luz de la lamparita empezó a parpadear, todos pudimos ver el rostro pálido de Sara. La broma ya empezó, la luz parpadeaba debido a que Ale había enganchado un hilo a la bombilla y no la había enroscado bien, por lo tanto, cuando tiraba hacía que la luz parpadease, Pero cuando tiró un poco más para que se fuese la luz del todo, le puso demasiado entusiasmo y tiró la bombilla al suelo haciéndola mil pedazos. Ana se enfadó y le dio igual la broma, regañó a Ale, el cual se disculpó inmediatamente. Ana reía por ver lo mal que salió la broma, pero luego se enfadó un poco por lo malos que fuimos al intentar gastarle la broma. Fui a encender las luces, pero por más que le daba al interruptor no iban, así que Ana fue a la otra habitación a por linternas ya que las escaleras hasta el piso de arriba eran largas y nos podíamos caer sin ver por donde andamos. Juan acompañó a Ana a por las linternas, los demás nos quedamos hablando tranquilamente hasta que un grito nos sacó de nuestra conversación, el grito provenía de la otra sala, cuando llegamos vimos a Ana llorando abrazada a Juan, la cara de Juan era de horror, miramos a la dirección donde el miraba y al ver esto un gran escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Pude observar como el pequeño hámster de Ana estaba decapitado y la jaula entera llena de sangre. Cuando logré reaccionar saqué a Ana de aquella habitación mientras Sara y Ale nos seguían. Cuando estuvimos en el sofá sentados, me di cuenta de que Juan se estaba demorando, cuando llegó vi las linternas en su mano, no me acordaba de que no había luz, seguía pensando en esa pobre criatura decapitada sin razón alguna. Me apresuré a coger una